El café tostado es un producto vivo, que libera gas dióxido de carbono (CO2) una vez envasado.

Para evitar que el gas haga estallar el envase debemos facilitar una salida que permita la evacuación del gas.

Algunos tostadores escogen como solución “pinchar” la bolsa (perforándola en ambos lados) para abrir una “puerta” por la que el gas pueda salir. Efectivamente, el gas saldrá.

El problema es que este agujero queda abierto,  y aunque permita que el gas salga, también puede facilitar la entrada de agentes patógenos (contaminación cruzada), y que el aire del exterior penetre y su oxígeno degrade los aceites del café envasado, afectando a sus características organolépticas negativamente… Así, el café poco a poco perderá su aroma y sabrá “a rancio”.

¿Qué hemos hecho?  Gastar un dinero en “complejo barrera” buscando conservar el aroma del café, y nos lo podríamos haber ahorrado: desde el momento en que “pinchamos” el envase, perdemos la protección barrera.

Si preferimos un envase estanco, que mantenga la barrera, protegiendo el café y evitando que pueda entrar oxígeno, pero facilite una salida segura del gas la solución es WICOVALVE®,  la  válvula de desgasificación unidireccional del fabricante (Wipf AG), con precisión suiza y garantía de funcionamiento de 3 años.

¿Cómo funciona la válvula WICOVALVE®

El aire exterior no puede entrar.

La sobrepresión del gas levanta la membrana y abre la válvula.

Liberado el gas, se equilibran presiones y la válvula se cierra impidiendo entrada de aire.